Subscribe for Free!

We'll send you our print magazine 6x per year!

Subscribe Now

Prefer email?
Sign-up for our email newsletter

Nutrición
By Gia Mazur Merwine

El café podría reducir el riesgo de enfermedades neurológicas

iStock-1358132613_FB_1200x630.jpg
iStockphoto

Según un estudio realizado por National Coffee Association en 2022, la mayoría de los estadounidenses (62%) ama beber café en las mañanas o tardes. Y algunos podrían preguntar por sus beneficios para la salud. De hecho, investigación reciente sugiere que podría ser bueno para el cerebro, dice Marilyn C. Cornelis, PhD, profesora de medicina preventiva de Feinberg School of Medicine en Northwestern University en Chicago. Hasta ahora, la investigación ha mostrado sólo relaciones entre consumir café y menores riesgos de enfermedades, pero no una causa-efecto clara.

En concreto, estudios indican que el café se asocia con menor riesgo de enfermedad de Alzheimer, esclerosis múltiple (MS), enfermedad de Parkinson e infarto cerebral. La relación con la migraña es más compleja, pero en algunas personas se relaciona con menos ataques, dice William B. Young, MD, FAAN, profesor de neurología en Thomas Jefferson University Hospital en Philadelphia.

Varios estudios sobre Alzheimer muestran una relación entre consumir café y un menor riesgo de tener la enfermedad. Un estudio publicado en Frontiers in Aging Neuroscience en 2021 halló una relación entre beber más café y un retraso en el deterioro cognitivo y una menor acumulación de beta amiloide, un marcador clave de la enfermedad. Otro estudio, publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry en 2023, analizó el café expreso en el laboratorio y descubrió que sus ingredientes podrían detener la acumulación de las proteínas tau relacionadas con enfermedad de Alzheimer. Agregar café a las proteínas tau en tubos de ensayo parecía impedir la formación de las estructuras asociadas con la pérdida de memoria. En un tercer estudio publicado en Annals of Neurology en 2022, el consumo de cafeína se relacionó con niveles más bajos de cuerpos de Lewy en el cerebro, afirma el Dr. Cornelis. La demencia por cuerpos de Lewy se caracteriza por depósitos anormales de alfa-sinucleína, una proteína del cerebro. “El resultado sugiere que el café puede tener un
efecto en un tipo específico de demencia”, afirma.

Para ahondar en la relación entre el café y la enfermedad de Parkinson, un investigador del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición de Varsovia, Polonia, realizó un metaanálisis de 90 estudios. Los resultados, publicados en Archives of Medical Science en 2017, mostraron que los hombres que bebían al menos una taza de café al día tenían menos riesgo de morir de Parkinson que quienes se abstenían. Además, los hombres que bebían café tenían un riesgo 30% menor de desarrollar la enfermedad que quienes se abstenían.

La investigación sobre el efecto del café en MS sugiere que puede reducir su riesgo. Un estudio publicado en Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry en 2016 descubrió que la probabilidad de tener MS en quienes no bebían café era 1.5 veces mayor que la de quienes bebían cuatro o más tazas al día. Un metaanálisis en Frontiers in Nutrition en 2018 concluyó que el café, y en especial la cafeína en dosis altas, podrían tener un efecto preventivo.

La evidencia del beneficio de la cafeína para reducir el riesgo de infarto cerebral procede de un estudio publicado en PLOS Medicine en 2021. El estudio siguió a 365 682 participantes de UK Biobank, una extensa base de datos y recursos para investigadores, de 2006 a 2020 y concluyó que beber café y té por separado o combinados se asociaba con un riesgo 32% menor de infarto cerebral.

La cafeína alivia el dolor de las fases iniciales de la migraña en algunas personas. En otras, puede desencadenar el dolor de cabeza o agravar sus síntomas, dice el Dr. Young. La cafeína, ingrediente común de los analgésicos de venta libre, estrecha los vasos sanguíneos, dice el Dr. Young. En un dolor de cabeza o migraña, los vasos del cerebro se dilatan, lo cual aumenta el flujo sanguíneo y la presión en la cabeza, y puede causar dolor. Los medicamentos que estrechan los vasos reducen el flujo sanguíneo y pueden aliviar el dolor.

El consumo regular de cafeína puede producir dependencia. Interrumpir su consumo pueden provocar síndrome de abstinencia y desencadenar dolor de cabeza. El Dr. Young recomienda observar la respuesta del organismo a la cafeína o consultar con un profesional sobre cómo empezar o dejar de tomar café u otras bebidas con cafeína.

Los investigadores buscan entender el efecto protector del café en otros padecimientos neurológicos. Su contenido elevado en cafeína es una pista, afirma Sandra Weintraub, PhD, profesora de psiquiatría y ciencias del comportamiento en Northwestern University en Chicago. Al pasar al torrente sanguíneo, la cafeína llega al cerebro y bloquea la acción de la adenosina, un neurotransmisor responsable de promover el sueño y la relajación, según un estudio publicado en Cureus en 2021. Esto provoca un aumento de neurotransmisores como dopamina (mensajero de “sentirse bien”) o norepinefrina (mensajero de “pelear o huir”), que proporcionan temporalmente un impulso de energía y alerta mental.

A pesar de sus posibles efectos protectores, el consumo de cafeína debe ser una decisión individual, dice la Dra. Weintraub. “Todos buscan ese consejo de salud mágico, por ejemplo, ‘si como más arándanos’ o ‘si hago este ejercicio’, que será el secreto de una vida larga y sana”, dice. “La investigación puede orientarnos, pero debemos pensar en nuestro cuerpo”.


¿Cuánto café es suficiente?

La cantidad de café que se considera “demasiado” puede variar, afirma William B. Young, MD, FAAN, profesor de neurología de Thomas Jefferson University Hospital en Philadelphia. Sin embargo, directrices generales pueden orientar sobre el consumo moderado y excesivo de cafeína.

Según U.S. Dietary Guidelines, el consumo moderado de cafeína, para la mayoría de los adultos, es de tres a cinco tazas de café al día, las cuales aportan hasta 400 mg de cafeína. En cambio, las dosis elevadas superan 600 mg al día, lo cual equivale a seis o más tazas de café.

La gente suele utilizar “café” y “cafeína” indistintamente, pero la mayoría consumimos cafeína de otras formas, dice el Dr. Young. “Puedes tomar dos tazas de café y olvidar los dos Excedrin que tomaste o la Coca-Cola Light y el té helado que bebiste”, dice. “Con el tiempo, puede que consumas mucho más de lo que pensabas. Es importante considerarlo”.

La tolerancia a la cafeína varía y algunos son más sensibles a sus efectos como insomnio, nerviosismo, aumento de la frecuencia cardíaca, problemas digestivos y, en algunos casos, ansiedad, según la U.S. Food and Drug Administration. Mujeres embarazadas o que padezcan problemas de salud específicos, como insomnio o trastornos del sueño o de ansiedad, o problemas gastrointestinales o cardiovasculares, deben revisar con sus médicos cuál es la ingesta adecuada de cafeína.

La regla general es observar la respuesta del cuerpo a la cafeína y ajustar su ingesta en consecuencia, dice el Dr. Young.