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Nutrición
By MARY BOLSTER

Neurólogos comparten su opinión sobre los suplementos

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istockphoto

Desde 1994, el número de suplementos ha crecido casi 20 veces según Food and Drug Administration (FDA) y es un negocio en auge. Según estudios de mercado en 2023, la industria de los suplementos podría superar los 68 mil millones de dólares en 2023. Este crecimiento destaca más cuando se considera que FDA no aprueba ni regula la seguridad o efectividad de estos productos bajo la Ley de Salud y Educación sobre Suplementos Alimentarios.

Pareciera que todos, incluidos quienes viven con padecimientos neurológicos, toman vitaminas y suplementos. Preguntamos al consejo editorial de Brain & Life si sus pacientes los utilizan y por qué.

“Algunos piensan que son ‘naturales’”, señala Barbara Giesser, MD, FAAN, neuróloga de Pacific Neuroscience Institute en Santa Monica, CA. “Creen que son más seguros que los medicamentos aún cuando ni su seguridad ni su eficacia son validadas como sí se hace con los productos farmacéuticos”.

Los suplementos llevan una aureola verde, coincide Jori Fleisher, MD, FAAN, profesora de ciencias neurológicas en Rush University en Chicago. “Creen que los suplementos son ‘verdes’ o ‘naturales’ y que por eso no son dañinos”. Señala que muchos medicamentos provienen de fuentes naturales y tienen un beneficio terapéutico reconocido. A diferencia de los suplementos, agrega, los medicamentos son analizados, sometidos a pruebas y regulados para que las personas los reciban en dosis correctas. “Y nosotros podemos asesorarlos sobre los efectos esperados y secundarios. Esto no se puede hacer con los suplementos porque sus fabricantes no tienen que comprobar los ingredientes reales ni demostrar que sus afirmaciones son verídicas”.

Las personas con migraña suelen buscar alternativas a los medicamentos, dice Teshamae Monteith, MD, FAAN, profesora de neurología en Miller School of Medicine de University of Miami. “Les preocupan los eventos adversos o no desean medicamentos potentes para no sentirse ‘drogadas’”.
A los neurólogos les preocupa que son muy pocos los suplementos que se someten a las rigurosas pruebas requeridas para los medicamentos, es decir, grandes estudios multicéntricos, aleatorizados y controlados con placebo que demuestren que una vitamina o suplemento proporcionará un beneficio específico.

El estudio más reciente sobre el efecto de la vitamina D en la esclerosis múltiple (MS), publicado en The Lancet en 2023, no mostró que el uso de vitamina D como terapia adicional reduce las recaídas, dice la Dra. Giesser, especialista en MS. “La evidencia de que tengan un efecto modificador de la enfermedad en MS simplemente no está ahí”, añade. La Dra Giesser anima a sus pacientes a que busquen sus vitaminas y minerales en los alimentos y que dejen los suplementos sólo para cuando se compruebe una deficiencia.

La Dra. Fleisher, especialista en enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento, también aconseja a sus pacientes obtener sus vitaminas y minerales de los alimentos; y se mantiene al día en la investigación relacionada, sobre todo en la asociación entre vitamina B y Parkinson. Tres estudios en los últimos tres años identificaron una asociación entre suplementos de B12 y mejorías discretas en los síntomas de personas con Parkinson temprano sin tratamiento. La Dra Fleisher señala que la evidencia no es suficiente y destaca que dosis altas de vitamina B6 pueden causar neuropatía (debilidad, entumecimiento o dolor en manos o pies).

Para pacientes con migraña que podrían beneficiarse de las vitaminas y suplementos como terapia complementaria, la Dra. Monteith se basa en estudios que avalen su efectividad y seguridad, y añade el costo. “Para prevenir la migraña existe evidencia de que el magnesio y la riboflavina suelen ser más accesibles”, afirma. Otros suplementos incluyen melatonina, CoQ10, jengibre y lavanda. La petasita es otra opción con un nivel de evidencia aceptable, dice. “Es importante elegir marcas que incluyan medidas de seguridad adicionales para eliminar los alcaloides de pirrolizidina que pueden dañar al hígado”. Para las crisis de migraña debilitantes o incapacitantes, la Dra. Monteith no sugiere vitaminas ni suplementos. En su lugar opta por los inhibidores del péptido relacionado con el gen de calcitonina (CGRP) los cuales se enfocan en el mecanismo de la migraña. “Los inhibidores CGRP se toleran mejor que otros fármacos orales”, afirma.

La gente seguirá tomando vitaminas y suplementos sin importar el criterio del médico, por lo cual los neurólogos piden a sus pacientes que les informen todo lo que toman porque algunos suplementos podrían interferir con los medicamentos. Por ejemplo, la hierba de San Juan puede interactuar negativamente con los antidepresivos, destaca la Dra. Giesser. También sugieren a sus pacientes que prefieran por productos o actividades más valiosos. “Inviertan su dinero en un par de zapatillas deportivas mejor o en fisioterapia o ejercicio”, dice la Dra. Fleisher.